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El 5 de mayo se conmemora el día mundial de la Espondilitis Anquilosante con el objetivo de dar mayor visibilidad a los pacientes con este diagnóstico, y sensibilizar a la población general acerca de la importancia de hacer un diagnóstico en las fases tempranas de la enfermedad, para lograr mejores resultados a largo plazo.
La Espondilitis Anquilosante es una enfermedad reumatológica, que compromete especialmente la columna y las articulaciones sacroilíacas, manifestándose en la persona por presentar dolor en la espalda, especialmente en la región lumbar o en glúteos, el cual se aumenta con el reposo prolongado y mejora con el movimiento, también pueden presentar dolor e inflamación en rodillas, pies, en los talones, caderas y hombros entre otros. Afecta con mayor frecuencia a los hombres, menores de 45 años.
La enfermedad puede tener manifestaciones en órganos diferentes a las articulaciones causando fiebre, pérdida del apetito, fatiga e inflamación en órganos como los pulmones, el corazón y los ojos, en éstos últimos puede presentar una inflamación ocular conocida con el nombre de uveítis, en la cual la persona presenta enrojecimiento de los ojos y visión borrosa.
El tratamiento incluye ejercicio, evitar aumento de peso, cigarrillo, adoptar hábitos de vida saludable, y medicamentos que controlan los síntomas (dolor e inflamación) y disminuyen la progresión de la enfermedad. La clase de medicamentos la define es especialista de acuerdo a cada paciente, ya que pueden ir desde los antinflamatorios sulfasalacina, metotrexate hasta el empleo de terapia biotecnológicas, como los denominados anti TNF, ( Adalimumab, Certolizumab, Etanercept, Infliximab, Golimumab), pero cada tratamiento se selecciona de acuerdo a las característica de cada paciente y la severidad de la enfermedad
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