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El Lupus Eritematoso Sistémico, es una enfermedad autoinmune caracterizada por la alteración en la respuesta del sistema inmunológico, que lleva a que éste, pierda la capacidad de diferenciar las células ajenas al cuerpo de las propias, produciendo anticuerpos contra los diferentes tejidos del organismo por lo que puede manifestarse con síntomas en diferentes órganos ( piel, articulaciones, riñón, cerebro, pulmón, etc).
Desde 1800 ya se describen casos de pacientes con compromiso de la piel, y fue hasta 1941, cuando Paul Klemperer, propuso la primera iniciativa de clasificación como “Desordenes de Colágeno vascular” , que hoy ya sabemos que son enfermedades autoinmunes. En 1971, el Colegio Americano de Reumatología publica los primeros criterios de clasificación del Lupus sistémico, con el fin de unificar todas las características clínicas y de laboratorio, que identifican a los pacientes con dicha enfermedad. Posteriormente estos criterios han cambiado, y han permitido que los profesionales de la salud los empleen en forma general en el mundo.
Actualmente el diagnóstico del Lupus en el mundo se ha incrementado por la detección temprana de los síntomas y las nuevas técnicas de laboratorio, siendo fundamental que las personas consulten rápidamente para iniciar su estudio, y en el caso de padecer la enfermedad instaurar el mejor tratamiento en cada caso.
Los síntomas son muy diversos y varían de una persona a otra, usualmente se presentan en mujeres, entre los 15 y 45 años, pero puede presentarse a cualquier edad, así como afectar a pacientes de sexo masculino. Frecuentemente se pueden presentar en forma simultánea o sucesiva algunos de los siguientes síntomas:
El diagnóstico se hace cuando el paciente presenta síntomas que sugieren la enfermedad y se complementa con pruebas de laboratorios que ayudan a confirmar el diagnóstico clínico y a determinar la severidad de la enfermedad. Los exámenes de laboratorio incluyen pruebas generales como el cuadro hemático, parcial de orina, pruebas de función renal y hepática, así como pruebas más especializadas como los anticuerpos antinucleares, anti cuerpos anti ADN, niveles de complemento (C3 y C4), entre otros. Estas pruebas se solicitan de acuerdo al paciente.
Sí. El tratamiento se ajusta de acuerdo al paciente, en general se aconseja tener hábitos de vida saludable, evitando el tabaquismo, alcohol, sedentarismo, exposiciones intensas al sol, entre otros.
Los medicamentos se deben prescribir de acuerdo a la condición de cada persona, en forma individual, y con controles periódicos en consulta para monitorizar la actividad de la enfermedad y disminuir el riesgo de los efectos adversos de los medicamentos. No hay una sola forma de tratamiento, ya que la enfermedad puede variar en el tiempo y hay que ir haciendo los cambios según la actividad y los órganos comprometidos.
En las últimas décadas los avances científicos han permitido conocer más acerca de su tratamiento, mejorando la expectativa de vida en forma muy importante.
Fuente:
http://www.lupusny.org/about-lupus/espanol/sintomas-de-lupus
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